Control de murciélagos
Los murciélagos son considerados benéficos para el hábitat humano y por lo tanto están protegidos. Sin embargo, en determinadas circunstancias pueden constituir un riesgo para la salud de las personas.
Los olores desagradables de sus heces y orina son insoportables, también los ruidos y chillidos que pueden generar son muy molestos. El temor mayor para los habitantes es el contagio de la rabia por parte del murciélago.
Son mamíferos, y dentro de este grupo son los únicos capaces de volar realmente. Una combinación entre los ojos funcionales y ese radar es la que les permite volar aun a través de espesa vegetación y a oscuras.
El excremento puede transmitir histoplasmosis, una enfermedad que puede llegar a ser fatal, por eso recomendamos su control. No son de gran reproducción ya que cada hembra no da más de una a dos crías por año, dependiendo de la especie y las condiciones del ambiente. Es difícil la transmisión de la rabia, ya que pocos murciélagos realmente son portadores de la misma, ya que puede ocurrir en los murciélagos sin mostrar síntomas.
Para su control hay que realizar una minuciosa inspección, se procede al desalojo de la colonia presente y se continúa con el sellado de los lugares de entrada y salida de los murciélagos. Se utilizan membranas metálicas, de plástico, burletes de goma, maderas y otros materiales para lograr el sellado necesario.
En determinados casos aplicamos repelentes para murciélagos con el fin de alejarlos del lugar que usan como escondite y para propósitos preventivos para que no vuelvan a instalarse en estos lugares, ya que a veces intentan entrar por un tiempo y desisten, pero a veces siguen probando.